Los lunes eran considerados días buenos para casarse, porque desde la Europa prerromana el lunes era el día de la Luna, la diosa madre. Esa tradición luego la tomarían los romanos.

El refrán "en martes no te cases ni te embarques" proviene de la Antigua Roma. Marte era el dios de la guerra, por lo que los romanos pensaban que el martes (el día dedicado a ese dios) era un día propicio para desgracias, catástrofes y sangre. Entonces, para tener una convivencia pacífica se prohibió viajar y casarse un día martes.
El viernes era el día consagrado a Venus, la diosa de la belleza y el amor. Ella se encargaría de que el cariño de los novios fuera duradero.
El domingo era un día bendito en la Europa prerromana, pues era el día consagrado al dios Sol. Los romanos lo llamaron domínicum, por dómine 'dominador', dios). Se suponía que el dios Sol derramaría salud, alegría y abundancia sobre los esposos.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario